My Cowboy- Capítulo 4



No podía moverse, le estaba besando con tanta intensidad que lo había dejado estático. En su interior corrían sentimientos de sorpresa, exitacion, temor… y deseo. Hacia tanto tiempo que no lo abrazaban y tanto tiempo desde que había deseado que lo hicieran. Aquella situación estaba fuera de lógica, era solo una necesidad que había acelerado su respiración y su corazón.

Aun con él en brazos, Hyukjae cerró la puerta con el pie y lentamente lo bajó, haciendo que sus cuerpos se rozaran hasta que sus pies tocaron el suelo. La pasión calló en ellos como una corriente eléctrica.. Desde la primera vez que lo vio, había sabido, que si alguna vez había algo mas entre ellos, seria así: salvaje e indomable.

Hyukjae susurró algo incoherente y lo empujó contra la pared, sujetándolo por las nalgas apretándolo íntimamente contra él. Para Donghae sentir su deseo lo excitaba, pero al mismo tiempo lo asustaba, iba demasiado de prisa por lo que quiso separarse, pero él lo apretó con más fuerza y lo besó mas apasionadamente, atizando el fuego que ya había dentro de él. Jamás lo habían besado de esa forma, nunca había experimentado aquella dicha. Le había rodeado el cuello con los brazos y su sombrero había caído siendo olvidado en el suelo.

Desde el primer instante que besó esos labios, Hyukjae olvidó su propósito inicial. Jamás había pensado que le respondería de esa forma, tan suave, tan dulce, tan complaciente. Lo sujetaba fuerte contra su cuerpo, resistió el deseo de moverse como su mente le pedía, oyó un gemido de su parte. ¡Maldita sea! Estaba perdiendo el control y no podía permitírselo, y menos en aquel momento. Con alguien observándolos.

El carraspeo de una voz dejó paralizado a Donghae, por un momento aquello le irritó, pero cuando la realidad volvió a su mente, se aferró a Hyukjae.

A pesar de aquella visita inesperada, Hyukjae no quería que se moviera ni un milímetro

-Mas despacio pececito- le susurró – tenemos visita.

De pie en una de las puertas, a escasos metros de ellos, había una figura alta de cabello oscuro y escaso. Su expresión era de ira, tenía el ceño fruncido y los brazos cruzados. La postura era claramente intimidadora. Parecía querer decir que aquel lugar y Donghae le pertenecían, y a Hyukjae no le gustó para nada aquello.

Sin que nadie le dijera sabia que ese era Shingho el cuñado de Donghae, el hombre que lo había empujado a buscar un esposo. Al parecer regateaba todo lo referente al rancho, pero era evidente que no para él. Parecía acabado de salir de una revista de moda para hombre. El brillante que lucia en su mano alcanzaría para comprar heno durante un año.

El instinto le empujó a pasar un brazo por los hombros de Donghae.

-Shingho… creía … que estabas fuera del país.

-Es evidente.

Las miradas de Shingho y Hyukjae se encontraron. Hubo un momento de silencio que a Donghae le pareció toda una eternidad. Todo estaba pasando muy rápido. Aun no se recuperaba del beso de Hyukjae que le acababa de arrollar un tornado y ahora tenía enfrente a su ex-cuñado, y tenia que explicar lo de su repentino matrimonio.

Shingho se daría cuenta, lo sabia iba a descubrir todo, y como el perro que era lucharía para quedarse con el control de los bienes.

El no era una cobarde. Inspiro aire, tranquilízate, manten el control, eso era lo que Kibum le había enseñado.

Sonrió y cogió a Hyukjae por la cintura

-Shingho quiero que conozcas a Lee Hyukjae … mi esposo.

Donghae vio como Shingho lo comprendía todo casi de inmediato y de la sorpresa paso a la ira.

-¿Que?

-Nos hemos casado ayer - Donghae apoyo la mano en el pecho de Hyukjae mostrando el anillo y el rítmico latido del corazón de este le ayudo a tranquilizarse

-¡Casados!, he estado fuera 2 semanas ¿ y te has casado?- su mirada se endureció al mirar a Hyukjae- ¿ Y con él?

La forma de mirarlo y de pronunciar la palabra “él” aumento la tensión de Hyukjae.

- Shingho no es necesario que …

- Donghae -lo interrumpió él- me gustaría tener unas palabras contigo, en el despacho.

Sin esperar dio media vuelta.

Donghae apretó los dientes. Le enervaba no solo que le haya dicho el despacho en ves de "tu despacho”, sino que diera por sentado que iría tras de él. Pero, ¿no era lo que siempre hacia?. Cerró los ojos y soltó aire lentamente, lo mejor era hablar con él a solas, la expresión asesina de Hyukjae no iba a causarle más problemas. Lo último que necesitaba era a dos toros dispuestos a embestirse.

Hizo seña de seguir a Shingho, Hyukjae lo sujetó por un brazo con posesividad.

-Sr. Kim

La serena y fría voz de Hyukjae dejo parado a Shingho que se dio media vuelta lentamente.

-Sea lo que sea que tenga que decirle puede decirlo aquí -dijo mientras acercaba mas a Donghae a su cuerpo.

Donghae miro a Hyukjae e intentó disimular. Nadie que los viera podría creerse que fueran una feliz pareja de recién casados. ¡ Maldita sea! Porque todos querían hacer las cosas a su manera?

-Te mueves con rapidez -le dijo- Lo convenciste que se casara contigo antes o después de saber quien era él?

Hyukjae se quedo inmóvil, y apretó con fuerza el hombro de Donghae, antes de soltarlo para dar un paso hacia Shingho. Donghae estaba furioso por estar en medio de aquella lucha de poder entre Hyukjae y Shingho. Le había dicho a Hyukjae que le dejaría a hacer las cosas a su manera, PERO NO, como el macho que es tenia que hacer las cosas como él quería.

-Hyukjae por favor- le rogó poniéndole una mano en el pecho, pero el siguió mirando a Shingho.

-Lo que Donghae es ahora es mi esposo, y será mejor que no lo olvides antes de que sigamos hablando.

Shingho apretó los dientes

-No creo que debas culparme Donghae por sorprenderme, hace mucho tiempo que somos familia, y esta … noticia me ha caído como un balde de agua fría, tu sabes que desde que Kibum murió tu bienestar ha sido mi mayor preocupación.

Fue difícil no reírse, Donghae sabia muy bien que lo único que le importaba a su excuñado era su propio bienestar lo único que pretendía con aquel comentario era cambiar de táctica, cuando la intimidación no funcionaba acudía a los sentimientos, ahora seguía el discurso de que hacia lo que Kibum hubiese hecho.

-Agradezco tu preocupación Shingho, y siento no haberte avisado, es que todos ha sido tan … rápido.

Donghae vio temblar un músculo en la mandíbula de Hyukjae al escucharlo disculparse.
Shingho no iba a escuchar nada mientras tuviera enfrente a Hyukjae con esa expresión.

-Hyuk, cariño, se que tienes que acomodar los caballos. ¿te importa si me quedo a hablar con Shingho? Mi… nuestro capataz puede ayudarte y yo estaré contigo en unos minutos.

Los ojos de Hyukjae se oscurecieron como una tormenta a punto de desatarse.

-Claro, pececito- su rostro perdió toda expresión- Saldré a conocer al resto de nuestros empleados.

Donghae se encogió. Su intención no era que Hyukjae se sintiera como un empleado, pero él parecía haberlo entendido así, y tras darle un beso en los labios, recogió su sombrero y miró a Shingho

-Sr. Kim

Lo vio cerrar la puerta y quiso seguirlo y explicarle, pero Shingho se puso a su lado y lo tomo por el brazo

-Donghae quiero que me conteste algo- le dijo con expresión triste- Y que me contestes con sinceridad ¿por que te has casado con ese hombre?



Hyukjae aparcó el camión con los caballos junto a los establos, dio un tirón al freno de mano y apago el motor. Se sentía fatal, se sentía como un idiota. ¿Que demonios le había pasado para comportarse así? Hacia solo unas horas había acordado que Donghae explicara las cosas, pero en cuanto ese Shingho habló le salió el Robin Hood al rescate. Y menudo rescate.

Lo único que había conseguido era el rechazo de Donghae, quizás muy educado pero rechazo al fin y al cabo. Como si fuese un empleado que había olvidado cual era su puesto. Aunque, la verdad, ¿no era eso lo que él era? Y había perdido los papeles al besar a Donghae.

Al entrar al recibidor sintió la presencia de alguien y lo había besado para evitar que se le escapara que no eran un matrimonio de verdad, pero con lo que no había contado era con su respuesta, ese hombre era pura pasión, y Dios.. que dulce sabia, lo mas dulce y suave que había probado. Se había apretado contra él, le había hecho perder el control, y como si fuese un caballo salvaje, había seguido montándolo deseando que nunca llegase el fin.  Ahora que sabia como era el calor que latía en él bajo su fachada de serenidad, ¿como iba a arreglárselas para no tocarlo otra vez?.

-Puedo ayudar en algo vaquero?

Aquella voz lo sobresaltó. Un hombre de pelo castaño estaba en la ventanilla del camión.

-Si usted se llama Yesung, sí puede.

-Pues a no ser que este buscando a alguien que le preste dinero o que le pague una deuda, ese soy yo.

Hyukjae sonrió y se bajó del coche para estrechar su mano.

-Lee Hyukjae. Donghae me dijo que le buscara para acomodar mis caballos.

Yesung estrecho su mano con las cejas arqueadas.

-¿Lo ha contratado?

-Algo así

-Su nombre me resulta familiar -dijo rascándose la nuca- ¡Lee Hyukjae! Ahora lo recuerdo. El año pasado estuvo a punto de ganar en el torneo de rodeo de julio. Lo vi montar ese caballo suyo… ¿Cómo se llamaba?

-Anchovy.

-¡Eso!, Anchovy, montó ese caballo mejor que el mismísimo diablo!

Sonriendo Hyukjae se subió al camión y sacó a Anchovy. Yesung silbó apreciando al animal.

-¡Vaya! Que preciosidad!

Después bajó su ultima adquisición de nombre Jewel.

Después prepararon las casillas para los caballos, le dieron agua, mientras charlaban y recordaban lo acontecido en el concurso el año anterior. Donghae entró en el establo, Hyukjae se dio cuenta de su expresión cansada y sintió otra vez la ira hacia Shingho. Pero él había querido manejar la situación, bien. El era el jefe.

-Hola Yesung

Yesung se volvió a oír la voz de Donghae y se tocó el ala del sombrero.

-Bienvenido a casa, Sr. Kim, estaba acomodando a Hyukjae aquí mientras sus caballos estiran las patas en la pista.

-Gracias Yesung. Te lo agradezco.

El capataz asintió

-Por cierto si no ha hecho planes para él, estaría encantado que se quedara con nosotros. Tenemos esa habitación de mas desde que le construyó la casa a mis sobrinos.

¿Qué Yesung estaría encantado de se quedara con ello? ¿Cómo podía causarle Hyukjae tan buena impresión en poco tiempo?

Miró entonces a Hyukjae, un poco molesto porque no le ha dicho nada a Yesung, se notaba que quería hacerles las cosas difíciles, en represalia por haberle pedido que lo dejara solo con Shingho. Pero si había sobrevivido al decírselo a Shingho no costaría nada decirle a Yesung, aunque sabia que después todo el pueblo lo sabría al día siguiente.

-La verdad es que si tengo planes para él… y tendrás que ir acostumbrándote a llamarme Sr. Lee Yesung. Hyukjae es mi esposo desde ayer.

Seguramente era la primera vez que veía a Yesung sin palabras.

-¿Y me ha dejado usted hablarle como si fuese otro empleado?

-Mi nombre es Lee Hyukjae, Yesung, y quiero que piense en mi como uno mas de los empleados- una ves dijo esto siguió con su labor de limpiar las casillas para los caballos.

Así que aun estaba enfadado. Como si no hubiera tenido suficiente con Shingho ahora le tocaba vérselas con la terquedad de Hyukjae.

-Me gustaría mostrarle el rancho a mi esposo Yesung, te importaría llamar a Sungmin y pedirle que prepare un lugar para la camioneta de Hyukjae?

-Yo mismo lo haré -contesto alegremente Yesung saliendo del establo

Dos milagros en un día, Yesung sin palabras y muy servicial. Algo raro estaba pasando. Se volvió a mirar a Hyukjae. El continuaba con su labor.

-¿Te parecen bien las casillas?

-Si están bien -contesto subiéndose las mangas hasta los codos y siguió trabajando

Exasperado Donghae tomo otro rastrillo y empezó a ayudarlo

-Que te ha parecido Yesung?

-Me gusta- contesto pero siguió trabajando.

¡Carajo! ¿Es que no era capaz de darse cuenta que quería hacer las pases?. No claro que no seguía metido en su orgullo.

-Hyukjae. No vas a preguntarme que ha pasado con Shingho?

-No me pagan por preguntar. Si tiene un caballo para domar o una casilla que limpiar, llámame. Por lo demás me ocupare solo de mis asuntos.

Donghae tiro al suelo el rastrillo y con la poca paciencia que le quedaba…

-Mira Hyukjae, se que lo que ha ocurrido en la casa ha dañado tu orgullo y lo siento, pero por hoy he tenido suficiente dosis de arrogancia y terquedad. Cuando estés preparado para hablar de ello, estaré en la casa.

Jamás hubiera creído que alguien pudiera moverse tan rápido, no había terminado de decir la ultima palabra cuando lo agarró por el brazo

-¿Quieres hablar de ello? Muy bien -le dijo con la rabia brillándole en los ojos- Voy a decirte que es lo que me molesta, Sr. Lee. Si nuestro matrimonio es real o no, tu eres mi esposo, y eso para mi significa algo, aunque para ti no quiera decir nada. Pensar que te dejaba solo con ese hijo de perra, me dio ganas de partirle la cara alguien especialmente a ese imbécil que tenias por cuñado.

Donghae hizo ademán de soltarse hasta que se dio cuenta del significado de sus palabras. ¿Porque iba molestarle dejarlo a solas con Shingho?

-Yo creía que estabas enfadado porque… bueno … yo…

-¿Porque me has pedido que me marchara? Me sentó como una patada en el hígado, pero sabia que iba a pasar -la tensión de su cuerpo se suavizó, pero seguía con el mismo brillo en los ojos- Me habías pedido hacer las cosas a tu manera y yo había aceptado, hasta que le vi la cara a ese Shingho.

-Por eso precisamente te pedí que te fueras Hyukjae. Por tu expresión podía saber que estabas dispuesto a convertirlo en papilla -dijo sonriente- Y aunque la idea me agrada, tengo que tener cuidado hasta que consiga el control de Mokpo. Si le hago enfadar, podría ponerme todos los obstáculos del mundo, y el rancho no espera, apenas llegamos a fin de mes.

Hyukjae sabia que era verdad, estaba claro que el rancho no estaba en sus mejores días, el techo de granero necesita reparación, el heno utilizado era de mala calidad, evidencia de que el rancho no daba lo suficiente para mantenerlo. Lo que no comprendía era por que eran tan importantes para él.

-Podrías comprar otro rancho si Mokpo no sobrevive. Una vez no tengas cerca de tu excusado puedes vivir en cualquier parte.

Una campana sonó a lo lejos y Donghae sonrió lentamente.

-¿Sabes que es eso? Es la campana que hace sonar Ryeowook  y utiliza para llamar a Yesung y a sus sobrinos Henry y Zhoumi para cenar. Todos los días los amenaza con dejarlos sin comer si llegan tarde, pero saben que aunque llegaran en la madrugada tendrían servida una comida caliente. Eso es lo que quiero Hyukjae: Mokpo, el polvo, el calor, el cielo azul. Todo lo bueno y lo malo.

Entonces lo miró

-Quiero ver crecer a mis hijos aquí, darles todas las cosas que yo no he tenido, cosas que no se compran: un hogar, uno de verdad, no una serie de casas frías y habitaciones vacías.

Una imagen apareció en la mente de Hyukjae: Donghae el porche haciendo sonar una ridícula campana y con un pequeño de cabellos castaño corriendo a cenar. Sentimientos que Hyukjae creía olvidados, despertaron. La necesidad de abrazarla lo sobrecogió y se quedó mirando la piel de su cuello y cuando volvió a encontrarse con sus ojos supo que él pensaba lo mismo

- Hyukjae - su voz era ronca- Te agradecería que me soltaras.

Pero Hyukjae se acercó más

-Eso no fue lo que dijiste hace un rato.

Donghae se resistió, no había olvidado ese beso. Dudaba que pudiera olvidarlo nunca, pero tenía que asegurarse que no volviera a pasar.

-Acordamos que yo no estaba incluido

-Te aseguro que no ha sido nada personal -contesto él, sonriendo a escasos centímetros de su boca

-¿Como?

-Lo hice solo para callarte  -y eso era lo que quería hacer en aquel instante. Hundir las manos en su nuca y besarlo hasta que sintiera el mismo deseo que él, y con una fuerza de voluntad que no sabia que tenía, Hyukjae lo soltó y retrocedió- Me di cuenta que había alguien cuando llegamos. Creí que no podrías engañar a quien quiera que fuese que estaba allí y dirías que no estábamos casados de verdad. Actué por puro instinto, una decisión puramente de trabajo.

¿Una decisión de trabajo? Sintió un corriente subirle por la espalda al recordar como había reaccionado a ese beso.

-La próxima vez será diferente

-¿La proxima vez?

-La próxima vez que te bese -le dijo, tan cerca de él que su respiración le acarició la piel- La próxima vez, no habrá ningún testigo, y te prometo… que no tendrá nada que ver con nuestro acuerdo.



No iba a haber forma de deshacerse de Shingho, pensaba Donghae mientras recogía la mesa. Había insistido en quedarse para compartir una cena con los recién casados, pero él sabia que sus motivos iban mas allá. Había estado mirando a Hyukjae, haciendo preguntas como por casualidad sobre quien era y de donde venía. También le había hecho preguntas a las que él ya había contestado en el despacho, como donde se habían conoció, donde se habían casado. Es como si quisiera descubrirlos, sospechaba algo, estaba seguro, Donghae se alegro de que hayan creado una historia.

Por enésima vez miró el reloj. Si Shingho no se marchaba pronto, hasta podía decidir quedarse. La posibilidad le hizo dejar los platos y colocar la cafetera, el olor casi le produce nauseas, Shingho había dicho que necesitaba una buena dosis de cafeína, así que le puso el triple de lo normal. Con una taza tendría suficiente para emprender camino

-Así que el año pasado -estaba diciendo Shingho-, invertí en una compañía química que esta a punto de convertirse en una mina de oro. Kibum había pensado hacerlo pero…

Hyukjae se fijó en Donghae que acaba de entrar con el café. Al oír el nombre de Kibum su expresión había cambiado como lo había hecho veces anteriores. Shingho se había pasado la noche hablando de sus negocios y de Kibum e indagando en su pasado. Seguramente quería matarlo de aburrimiento.

-Hablando de inversiones -dijo Donghae mientras le daba el café- precisamente me estaba preguntando donde estará mi cheque de este mes. Voy a retrasarme en el pago de la hipoteca, otra vez.

Shingho tomo un sorbo de café y se atragantó

-¿Yo firme un talón antes de salir, no lo has recibido?

La misma historia.

-No

-Aishh es imposible encontrar una secretaria un poco decente. Pero no te preocupes, mañana mismo me ocupare en ello. Estaré en la oficina a primera hora de la mañana y haré que te lo envíen urgente.

Eso también lo había escuchado antes

-Podría acercarme yo a tu oficina, así hablaríamos del fideicomiso. No quiero seguir cargándote con el peso de ese trabajo. Se que estas muy ocupado con tus inversiones.

-No seas tonto Donghae -dijo con suavidad- sabes que nunca me ha importado, te habrías perdido en la complejidad de los negocios de Kibum, por eso él dispuso así las cosas.

Kibum otra vez

-La verdad es que he decidido vender todo excepto el rancho

Donghae se dio cuenta de la calma de Shingho mientras se servia una segunda taza de café, tomo un sorbo y tosió

-¿Has cambiado de marca de café?, no recordaba que tu café fuera tan fuerte

-Lo siento Shingho pero, -dijo Hyuk- Donghae lo ha ahecho si por que así me gusta a mi. Puedo traerte un poco de leche si quieres.

Donghae tuvo que morderse el labio para no reírse

-Esta bien- contesto Shingho, parecía que estuviera comiendo barro- Ya te he explicado que todo tu dinero esta en propiedades y seria una locura vender en estos momentos.

-Es posible, pero es mi decisión por muy loca que sea

Shingho suspiro como un padre resignado

-Donghae eso serian pérdidas enormes. Pero si cambiases de opinión y vendieras el rancho, tengo un comprador dispuesto a pagar una buena cantidad por el.

-Ya hemos hablado muchas veces de eso Shingho, no pienso vender el rancho -dijo con firmeza- no me importa que pérdidas pueda tener con las propiedades por que Mokpo es lo único que me interesa.

Shingho se inclino hacia delante y hablo con tono aireado

-Así que estas dispuesto a perder una gran cantidad de dinero del fideicomiso, para mantener un rancho arruinado. ¿Que clase de negocio es ese?. Precisamente esa fue la razón por la que Kibum me dejo a cargo, tu no tardarías en perderlo todo en un abrir y cerrar de ojos.

-Ya tiene a alguien que cuida de él

Donghae se volvió al oír la voz gélida y mortalmente serena de Hyukjae

-Me tiene a mi Kim y te sugiero que no lo olvides

Hubo un momento de puro desafío entre esos dos.

-Por supuesto Hyukjae- contesto Shingho entre dientes-, pero que sabes tu de negocios, domar caballo no se considera la bolsa de valores.

-Puede que no, pero he aprendido lo bastante como para saber cuando contratar a alguien si yo mismo no puedo hacerlo. Es tan fácil como abrir el directorio telefónico y buscar contador o abogado, depende del caso.

La expresión de Shingho se oscureció

-¿Estas amenazándome, Lee?

-Por supuesto que no -intervino Donghae- lo que ocurre es que Hyuk sabe lo ansioso que estoy por ocuparme de mis negocios yo mismo. Te agradecería que prepares todos los papeles. Han pasado ya dos años y como ya estoy casado, no hay razón para retenerlo más tiempo.

-Muy bien, pondré a mover todo tan pronto llegue mañana a la oficina -miro su reloj y tras un ultimo sorbo de café se puso de pie-, y quiero estar allí pronto así que me marcho. Tengo una reunión mañana y…

Un trueno

¡No! No podía ser justo esa noche. Donghae se acercó a la ventana a tiempo para ver un relámpago surcar el cielo y el viento comenzó a azotar. Shingho se coloco a su lado.

-Parece que se aproxima una tormenta -a decir por la voz de Shingho, él tampoco estaba contento de quedarse- Espero que no te importe, porque me da la impresión de que voy a tener que quedarme esta noche.

¿Importarle? No podía quedarse allí. ¡No podía! Miro desesperado a Hyukjae y noto cierta risilla en su mirada.

Hyukjae y él iban a tener que dormir en la misma habitación.



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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...