My Cowboy- Capítulo 9



Hyukjae puso en marcha los parabrisas, pero tal como llovía no servían de mucho. Habia visto como el tornado había cambiado de dirección y se dirigía hacia el rancho, y aunque le preocupaba que le podría pasar al Mokpo y a su gente , no podía hacer nada por ellos en esos momentos.

Donghae era lo único que tenia en mente. Imaginarlo ahí afuera, solo, enfrentándose a un tornado y a la tormenta, le contraía dolorosamente los músculos del pecho.

Un objeto grande y negro llamó su atención,!la camioneta de Donghae! El corazón se le aceleró y estuvo a punto de parársele cuando vió el vehiculo tirado.

Las ruedas traseras de su camioneta patinaron en la tierra mojada cuando Hyukjae pisó el freno. La sangre le palpitaba en las sienes al imaginarse su cuerpo roto como si de un muñeco se tratase.

En cuanto bajo de la camioneta comenzó a gritar su nombre. La cabina estaba vacía y sintió un alivio dando gracias al cielo, pero ¿Dónde podría estar?

Hyukjae dio la vuelta, mirando la zona. La lluvia era interna lo que le dificultaba su visibilidad.

-¡Donghae!

Gritó su nombre con todas sus fuerzas y avanzó unos pasos, pero no podía imaginar donde podría estar.

¡Demonios! Si no hubiera perdido los nervios con él y no se hubiese marchado tan furioso, habría reconocido las señales. Habría podido llegar a buscarlo a tiempo. Si le había ocurrido algo...

No. Estaba bien, tenia que estar bien, no podía ser de otra manera. Todo aquel tiempo no había querido admitirlo, pero Donghae significaba demasiado para él como para perderlo. No podía perderlo. No iba a perderlo.

Volvió a llamarlo una y otra vez. El barro tiraba de sus botas. A través del estruendo de la lluvia le pareció oír un sonido… una voz…

¡Donghae!

Entonces lo vió haciéndole señas con un brazo al salir de un montículo. Con un grito de alegría salió corriendo hacia él, tomándolo en brazos justo cuando iba a caerse hacia delante. Estaba cubierto de barro y tenia el pelo y la ropa empapados. Nunca había estado tan hermoso.

-¿Estas bien?- le gritó

Él asintió

-Si, pero sácame de aquí, por favor.

Hyukjae lo tomo en brazos para llevarlo a la camioneta. Donghae vio el resto como en una neblina: el ruido de un motor, el movimiento del parabrisa, una manta que le ponía en los hombros y después el aire caliente de la calefacción. Cerró los ojos y se apoyo en el hombro de Hyukjae, intentando apartar la imagen del tornado avanzando hacia él.

- Hyukjae, mi camioneta…

-Olvídate de esa maldita camioneta, lo único que importa es que estés a salvo.

-Lo que iba a decir…- continuó Donghae arropándose mas con la manta- …era que la condenada me habia vuelto a dejar tirado. Por eso me quede bloqueado ahí

Hyukjae maldijo entre dientes.

-Debería haberte quitado las llaves y botarlas lo mas lejos posible.

Donghae toleró el regaño porque se lo merecía.

-Tenias razón Hyukjae. No debería haberla usado- suspiró y apoyó la cabeza- admito que a veces soy un poco…testarudo.

-Querrás decir cabezota, obstinado y terco.

Donghae le hizo una mueca

-Te estas pasando vaquero

Siguieron a la casa con el único ruido del parabrisas y la lluvia golpeando el techo de la camioneta. Cuando por fin llegaron frente a la casa, Donghae abrió la puerta.

-Tengo que ir a ver a Yesung y Ryeowook para asegurarme que todos esten bien. Los animales…

-No vas a ir a ninguna parte -contestó él sujetándolo por la muñeca- Llamaremos desde casa y si no hay línea, seré yo quien vaya.

-Pero…

-No habré olvidado decir, tozudo, testarudo y poco dispuesto a ayudar? ¿Quieres hacer el favor de cerrar el pico y por una maldita vez hacer lo que yo digo?

Donghae cerró la boca con un gesto exagerado y se lo quedó mirando.

-Eso esta mejor

Hyukjae lo llevó hasta la casa sobre su espalda y abrió la puerta del baño y dejo a Donghae en la taza para abrir la ducha. Estaba temblando bajo la manta. El grifo del agua caliente chirrió al abrirlo

-Metete en la bañera

Él contesto que no con la cabeza

-Hasta que no llames a Yesung, no-

Hyukjae juro entre dientes y suspiró

-Esta bien voy a llamar a Yesung, pero será mejor que te encuentre ahí sentado cuando vuelva.

Donghae no dijo nada, cuando Hyukjae volvió seguía sentado en el mismo sitio

-Todo el mundo esta bien incluso los animales.

Gracias a dios Donghae cerró los ojos aliviado.

-Ahora mi querido señor, tenemos que quitarte esa ropa, normalmente estaría encantado de hacerlo yo, pero va a ser difícil porque estas empapado, así que tendrás que ayudarme.

Él asintió y dejo caer la manta. Con dedos temblorosos empezó a desabrocharse la camisa pero apartó sus manos y de un tirón la desabrochó. Los botones cayeron. Mientras él le quitaba la camisa, Donghae intento con los jeans pero estuvo a punto de perder el equilibrio, así que Hyukjae lo hizo sentarse.

-¿Te habían dicho alguna vez que el azul te sienta muy bien?

Donghae lo miró sin comprender y él se echó a reír antes de ayudarlo a levantarse y meterlo en la ducha. Nubes de vapor se extendieron en todo el baño, y con los ojos cerrados, Donghae se apoyó contra la pared dejando el agua caliente estimulase sus músculos doloridos.


Un minuto más tarde, Hyukjae entró también en la ducha, desnudo rodeándolo con los brazos, y él apoyó la cabeza sobre su pecho, disfrutando de la sensación de su cuerpo fuerte y del agua cayéndole por la espalda. Él lo besó en lo alto de la cabeza y le acarició suavemente la espalda, poco a poco, sintió que la tensión desaparecía.

Era maravilloso tener a alguien que lo cuidara. Donghae jamás había recibido esa clase de ternura antes. Su madre había estado siempre demasiado ocupada y Kibum... bueno, Kibum solo no era de ese tipo. Después de unos minutos, Hyukjae cerró el agua caliente, lo secó primero a ella y luego se secó él y lo llevó al cuarto. Cuando lo vio hacer una mueca al dejarlo sobre la cama, se arrodilló frente a él.

-¿Estás herido?

- Yo... no estoy seguro. Tengo el brazo hinchado y me arde la rodilla.

Empezando por un pie, Hyukjae fue examinándole la pierna. Tenía numerosos raspones y pequeñas heridas, y en la rodilla habían excoriaciones, igual que los codos y los nudillos. Cuando le tocó el brazo izquierdo, Donghae gritó.

-¿Qué te ha pasado?

-Iba persiguiendo un conejo.

Donghae se miró el brazo. Se estaba inflamando por segundos, y tenía un enorme hematoma. Hyukjae lo miró con el ceño fruncido y él suspiró.

-A no ser que hubiera querido probar cómo se siente uno en un procesador de basura, tenía que quitarme de en medio rápido. El agujero de detrás del montículo era el único sitio dónde podía ir y me tiré a él sin preguntarme qué habría alli.

Hyukjae se colocó una toalla alrededor de la cintura y se acercó al closet. Se quedó mirando sus ropas durante un momento y después cogió la bata que estaba colgada. Donghae lo vio de pie, de espaldas a él, con la bata apretada en un puño.

-Hyukjae, ¿qué pasa? - le preguntó con suavidad.

Él tenía la mirada clavada en la bata, mientras oía la lluvia en el tejado del patio.
Pero la tormenta del exterior no era nada comparada con la que se estaba desatando en su interior. Jamás había experimentado esa clase de emoción, un dolor tan profundo, tan intenso, que parecía que el pecho fuese a abrírsele por la mitad.

Lentamente se dio la vuelta y lo vio sentado en el borde de la cama, con el cabello goteándole.

-¿Que qué pasa? -repitió, casi en susurro- Has estado a punto de morir.

Donghae se sorprendió al escuchar su voz, había dolor en ella, dolor y miedo. Con el corazón en la garganta, decidió moverse con precaución.

-Pero no lo he hecho- contestó- Estoy aquí

Cuando Hyukjae se acercó a él, llevaba los puños apretados, y Donghae le quitó la bata de la mano y la dejó sobre la cama, y después se incorporó y se abrazó a él.

-Hyukjae- le susurró al sentirlo tenso—, necesito que me abraces.

Él cerró los ojos pero siguió con los brazos colgando.

-Tengo miedo de hacerte daño -dijo con voz ahogada.

-Acabo de sobrevivir a un tornado, vaquero. Creo que también podré sobrevivirte a ti.


Entonces lo abrazó, y él se colgó de Hyukjae, apoyando la mejilla sobre su pecho. Hyukjae lo besó primero en la frente y después en el pómulo.

-Cuando vi tu camioneta tirada de lado, fue como si alguien acabase de atravesarme un cuchillo en la garganta.

Donghae lo acarició.

-Estoy bien. Sólo un poco asustado, eso es todo.

-Entonces ya somos dos.

Tenía que aclarar lo que estaba sintiendo en ese momento. Aunque Hyukjae y él habían pasado el último mes viviendo como esposos en el sentido físico, no se había dicho nada ni de compromisos ni de amor. Nada que sugiriera que podía decidir quedarse al terminar el año.

No quería malinterpretar lo que estaba ocurriendo entre ellos, quería decirle lo mucho que lo quería y lo mucho que lo necesitaba, pero él le había dicho que no era de la clase de hombres aptos para el matrimonio y que no estaba dispuesto a dejarse atar. Pero ahora algo había cambiado: estaba hablando con él de sus sentimientos, compartiéndolos; aquel era el primer paso que habían dado más allá del sexo o de los negocios.

Pero si avanzaba demasiado deprisa, si le hablaba de sus sentimientos, ¿no conseguiría sólo hacerle huir?

No podía correr el riesgo. Le demostraría lo mucho que lo quería; se lo diría con el cuerpo, y él tendría que saberlo, tendría que llegar a sentirlo. Era demasiado fuerte como para pasar desapercibido.

Cogió su cara entre las manos y le acarició los labios con el pulgar.

- Hazme el amor, Hyukjae- le susurró, y él cerró los ojos con un gemido.

- Dios Donghae... Quiero hacerte el amor, pero con lo que acabas de pasar y tu brazo que cada vez...

- No pasa nada - le interrumpió con un beso

- Estuve a punto de… - Hyukjae se obligo a no seguir- no me gustaría perderte...

Donghae sabia que no era un te amo, pero escuchar esas palabras “No me gustaría perderte” de los labios de Hyukjae lo habían llenado en ese momento

- Estaré bien sólo si me haces el amor.

Lentamente se sentaron los dos sobre la cama, pero en el último momento Hyukjae se dio la vuelta y lo colocó sobre su cuerpo. Sabía que estaba preocupado por hacerle daño y el corazón se le creció por la ternura con que lo estaba besando. Se besaron como si no hubiera un mañana. Sus respiraciones se fundían una y otra vez, no pudiendo marcar donde terminaba un beso y empezaba otro.

Cuando el oxígeno empezó a escasear, sus labios se separaron y sus miradas se fundieron.

- Con todo lo que paso… esto pareciera que es un sueño -murmuró Donghae, y no era para menos pues había estado a punto de morir

- No es un sueño... –le aseguro Hyukjae

Quien de nuevo atrajo con delicadeza a Donghae hacia él, robándole beso tras otro mientras sus manos exploraban el cuerpo de este. Apoyándose en una de sus manos para no hacerle daño; aprovechó su otra mano para tocar su pecho. Donghae gimió cuando sintió la cálida mano de Hyukjae rozar uno de sus pezones.

Este detuvo el beso y comenzó a besar el cuello de Donghae, lamiendo y mordiendo, marcando esa deliciosa piel. Al llegar a su pecho chupó uno de sus pezones.

- Aaah!! Hyukjae…

Los gemidos que Hyukjae escuchaba eran estimulantes para el, por lo que tenia que controlarse para reprimir su propio ímpetu. Su boca pasó al otro pezón, dándole el mismo trato hasta dejarlo totalmente erecto. Sus besos se trasladaron por todo el maltratado cuerpo de Donghae, quien recibía las caricias como una rápida medicina para el dolor.

Con lentitud, la boca de Hyukjae recorrió su suave piel, no dejando partes de su cuerpo sin explorar; poniendo especial interés en las partes donde este tenía heridas o moretones.

- Eres perfecto Donghae –murmuro Hyukjae mientras se tomaba su tiempo contemplándolo, recorriéndolo

Cuando Hyukjae llegó hasta su miembro no se detuvo y paso su boca a todo lo largo, sacándole un gemido de placer a Donghae. Simplemente era delicioso.

- Hyukjae… por favor...

Ese ruego fue escuchado por Hyukjae que atrapo su miembro en la humedad de su boca y un ritmo constante movió sus labios de arriba abajo, recorriendo todo lo que su boca pudiera abarcar, sacándole más y más gemidos a su esposo, mientras sus manos acariciaban sus glúteos.

Hyukjae dejo su faena y subió a besarlo nuevamente, tratando miles de sentimientos se arremolinaban en su corazón no sabia a ciencia cierta que le pasaba pero el haber estado a punto de perderlo le habían hecho pensar que su vida no seria ya la misma sin el y a pesar de no decírselo, trato de transmitirle sus sentimientos con cada caricia con cada movimiento.

Ante la mirada grave que Hyukjae tenia en su rostro, Donghae pudo evitar sonrojarse y deseo en esos momentos saber que pasaba por la mente de su vaquero. Distraídamente movió sus manos sobre el pecho de Hyukjae, recorriendo sus pectorales marcados y el abdomen trabajado. Pero algo desvió su atención en lo que estaba haciendo y eso era el miembro erecto de Hyukjae que se elevaba y rozaba contra la piel de su vientre.

Cuando Hyukjae sintió como una de las manos de Donghae se encargaba de su miembro y luego bajaba por sus testículos mandándole espasmos de placer, dejo de besarlo y arqueo su espalda disfrutando de esa sensación.

- Tu también eres hermoso Hyukjae –dijo Donghae ante tal visión de su esposo

El solo sonrió en respuesta y después se agacho para alcanzar de nuevo sus labios. Después que tuvieran que separarse por falta de oxigeno, Hyukjae lamió sus dedos y comenzó a preparar lentamente a Donghae, observando los gestos de su rostro para saber cuándo parar. Se tomaría su tiempo para no lastimar mas el maltratado cuerpo de su esposo.

En poco tiempo debido a la misma excitación, el cuerpo de Donghae había cedido pues en su interior; Hyukjae movía sus tres dedos libremente haciéndolo gemir.

- Hyukjae... Te necesito...

Los dedos de Hyukjae abandonaron la entrada que estaban preparando y se incorporo de nuevo. Este levantó las piernas de Donghae colocándolas sobre sus hombros, sin dejar de mirarlo a los ojos pues ambos estaban llenos de placer; tomó su miembro para dirigirlo a su entrada, abriéndose paso en su interior de una sola embestida.

Un gran gemido de satisfacción al sentirse invadido en lo más profundo de su ser salió de la boca de Donghae, su espalda se arqueó. Dolía, aun dolía, pero el placer era mayor.

- Aaah!... mmmmm…

- Relájate… -pero Hyukjae tampoco podía relajarse al encontrarse apretado en la cavidad de su esposo

Tuvo que respirar hondo varias veces para poder relajarse lo suficiente y contenerse hasta que Donghae considerara que podía comenzar a moverse. Se inclino sobre el cuerpo de este para besarlo. Nunca se cansaría de esos labios dulces y complacientes.

Donghae aprovechó ese beso para empezar a moverse.

- Aaahhh... –gimió Hyukjae ante la sorpresa

Una corriente de placer recorrió todo su cuerpo, arqueando su espalda. Lo que hizo que soltara las piernas de Donghae quedando una a cada costado de el, aprovecho para inclinarse sobre el y al mismo Donghae entrelazo sus piernas alrededor del cuerpo de Hyukjae. Solo entonces Hyukjae comenzó a moverse dentro de su esposo y al mismo tiempo con la mano tomo su miembro masturbándolo.

Hyukjae se movía con maestría tocando ese punto que hacía delirar a Donghae en cada embestida. Sus cuerpos perlados por el sudor y el placer, ambos se movían al compás de sus gemidos. Donghae sentía la excitación acumularse en el vientre. Iba a explotar.

- Hyukjae... aaah... ya no... puedo... más... –fue casi un susurro ahogado lo que salió de su boca

Por su parte Hyukjae también deliraba de placer, pues las cálidas paredes que rodeaban su miembro con fuerza lo hacían impulsarse más dándole mas placer a su esposo. Había estado a punto de perderlo y hasta ahora se daba cuenta del infierno que sería su vida sin él.

Al escucharlo decir que estaba a punto de terminar hizo que comenzara a estimular con mas fuerza su miembro, al mismo ritmo de sus propias embestidas.

- Hyu… Hyukjae!!

- Aahh… Donghae!!

Temblando cuando la fuerza del clímax se desató dentro de sus cuerpos, Donghae liberó su esencia sobre la mano de su esposo y su propio vientre, a la vez que sentía su interior siendo bañado por la esencia de Hyukjae. Era una sensación única.

Hyukjae salió lentamente de su cuerpo y se recostó a su lado, atrayéndolo en un abrazo. Ambos tenían la respiración acelerada y sus cuerpos perlados de sudor.

Jamás había experimentado tanta felicidad, una satisfacción tan sobrecogedora, tanto que tuvo ganas de llorar de pura dicha. Y un momento después, cuando él lo cogió con ternura en sus brazos, eso fue lo que hizo.



1 comentario:

  1. Ohhhh, ame este capítulo, ambos se aman espero ahora hayan roto sus barreras y de amén incondicionalmente y en mpreg y que jodan al cuñado, lo ame *^*

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...